Esta excursión de apenas 5 Kilómetros, es totalmente llana y se puede hacer con total seguridad, excepto un pequeño tramo en el que tuvimos que llevar a Nachete de la mano, pero David con 5 años, hizo todos el camino sin más ayuda que su bastón.
Es muy importante hacer la ruta cuando esté seca, ya que el tramo de piedras si está húmedo puede ser muy traicionero, además si el objetivo de la ruta es darse un buen baño al llegar a la Olla, evidentemente es mejor que luzca el Sol.
Como es costumbre hicimos una parada en el camino, en esta ocasión en la carretera que une Ribadesella con Cangas de Onis, en la cafetería del Hotel La Ribera, dimos buena cuenta de unos pinchos y unos Colacaos.
Una vez recargadas las fuerzas, continuamos viaje hasta el inicio de la ruta.
La carretera para llegar al inicio de la ruta es sencilla, en Cangas de Onís tiramos dirección puerto del Pontón y a 6 Kilómetros nos encontramos el pueblo de Tornín y cuando acaba el pueblo empieza la ruta.
La única complicación de la ruta es aparcar el coche; la ruta comienza junto a un restaurante, pero hay muy poquito aparcamiento. ( Imagen Superior)
Cuando nosotros llegamos no había para aparcar, así que dejé a los niños y a la madre en el restaurante, y continué por la carretera 500 metros, hasta dejar el coche en un amplio apartadero en una curva a izquierdas. ( Imagen Inferior)
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Una vez todos juntos comenzamos la ruta, como he comentado antes es sencilla y con el aliciente añadido de terminar y darse un baño.
La ruta es un poco "romería" pero a los niños les encanta, ya que se puede ir tirando piedras al río y hay multitud de rincones donde parar y disfrutar de unos paisajes realmente preciosos.
Al finalizar la ruta, solo queda darse un baño y tras el baño subir a un pradin cercano a comer. Hemos de advertir que el agua está cristalina pero también muy fría, pero merece la pena pasar un poco de frío.
Después de comer; lentamente comenzamos el regreso y una vez finalizada la ruta tomamos una caña en el bar donde comienza la ruta. De regreso a Gijón aprovechamos a parar en el MUJA y que los niños vieran los dinosaurios del exterior y jugaran en el parque.
Solo queda volver a recomendar la ruta para un día que sepamos que el terrenos va estar seco y que podamos darnos un bañin en la Olla de San Vicente.